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domingo, 12 de noviembre de 2017

El Campo de Piedra Pómez


El campo de piedra pómez, un lugar que parece sacado de una película de otros mundos, está ubicado en  Antofagasta de la Sierra, Catamarca, Argentina.
Situado en una altitud de 3000 m. s. n. m., esta zona se encuentra formada por grandes rocas blancas y rosas rodeadas de arenas negras, volcanes y montañas. 

Más especificamente, enmarcada por salares como el Salar del Hombre Muerto y el Salar de Antofalla (encerrado entre las Sierras de Antofalla y las Sierras de Calalaste). Debido a que su territorio corresponde al sector más meridional de la Puna de Atacama, el clima es riguroso, frío y muy seco.

Su nombre describe el paisaje caracterizado por la extensa acumulación de piedra pómez, que luego de milenios de procesos de erosión adquirió la morfología que hoy presenta.
Como producto de actividad volcánica, que según los expertos, puede compararse a una detonación nuclear se ha generado este Campo de Piedra Pómez, cada una de las formaciones parece colocada en un lugar preciso, como para conformar un paisaje equilibrado, son extrañas geoformas que han moldeado la naturaleza durante millones de años.

El campo de rocas descansa entre un mar de médanos blancos y la silueta de volcanes. En total, son más de 5 mil formaciones rocosas concentradas en un área de 25 kilómetros de largo. Dependiendo la hora del día se puede ver un paisaje diferente en el que el color del cielo y la luz del sol juegan con las sombras que proyectan estos gigantes porosos que parecen médanos.


Desde el punto de vista fitogeográfico, pertenece a las provincias altoandina y puna, caracterizadas por la aridez del suelo, la gran amplitud térmica diaria y las muy escasas precipitaciones. La baja presión atmosférica y la menor dilución de oxígeno en el aire crean el típico ambiente puneño.

Hasta finales del 2015, el número de visitantes era sumamente bajo, presumiblemente debido a la lejanía y el relativo aislamiento de la zona. Aun así, guías no profesionales o baqueanos habían diseñado un esquema de circuitos, que luego serían integrados a la planificación oficial. Entre ellos, se destacan los llamados “Gigantes de Piedra Pómez”, “Balcones de Laguna Purulla” y “La Lagunita Escondida”